miércoles, 3 de febrero de 2016

Práctica agraria: Participación del sector agrario en el PIB (1950-2009)

Participación del sector agrario en el PIB (1950-2009). Responda a las siguientes cuestiones:
1.  Evolución de la participación del sector agrario en el PIB.
2.  Analice las causas de la evolución.
3.  Consecuencias del descenso de la participación del sector agrario en el PIB.
PARTICIPACIÓN DEL SECTOR AGRARIO EN EL PIB. 1950-2009
1950
42,15
1980
6,94
2000
3,3
1960
23,57
1985
6,39
2007
2,6
1965
16,82
1990
5,11
2009
2,5
1970
11,88
1995
3,46


1975
10,05
1997
3,1



Gráfico de la participación del sector agrario en el PIB (1950­- 2009)
1 y 2.-  EVOLUCIÓN DE LA PARTICIPACIÓN DEL SECTOR AGRARIO EN EL PIB Y CAUSAS DE ESTA EVOLUCIÓN
El gráfico lineal muestra la participación del sector agrario (agricultura, gana­dería y explotación forestal) en el Producto Interior Bruto o conjunto de la ri­queza nacional, entre 1950 y 2009 en tantos por ciento.
A lo largo de este período, la participación del sector agrario en el PIB ha mos­trado una evolución claramente descendente, pasando del 42,15% en 1950 al 3,3% en 2000. Dentro de este proceso pueden distinguirse una serie de etapas en las que se irán señalando las causas que influyen en el comportamiento del PIB en cada momento.
En 1950, el 42,15% del PIB provenía del sector agrario. En estas fechas, el cre­cimiento industrial que tuvo lugar durante el primer tercio del siglo XX se inte­rrumpió debido a los problemas ocasionados por la Guerra Civil (destrucción de industrias) y por la posterior política autárquica (restricciones a la importa­ción de materias primas, maquinaria y capitales), mientras que la expansión del sector terciario se vio frenada por el bajo nivel de vida de gran parte de la po­blación y por la insuficiencia de los servicios públicos. Además, en ambos sec­tores predominaban las actividades elementales, generadoras de un escaso va­lor añadido y, por tanto, con baja aportación al PIB. Por otra parte, ante las dificultades de alimentación y de empleo existentes en las ciudades la pobla­ción se mantuvo en el campo e, incluso, regresó a él, hecho que se vio favore­cido por la política de colonización del franquismo.
Entre 1950 y 1997 se aprecia un claro descenso de la aportación del sector agrario al PIB cuyas causas principales han sido la expansión de los otros dos sectores económicos (primero la industria y luego el sector terciario) y el éxo­do rural:
Entre 1960 y 1975 tuvo lugar un destacado desarrollo industrial motivado por el abandono de la política autárquica, la instalación de multinacionales (estimuladas por el incremento de la demanda de productos, los bajos costes de producción y la existencia de mano de obra abundante, barata y poco con­flictiva), así como por la política oficial de promoción industrial (planes de desarrollo). Gracias a ello se consolidaron los sectores industriales básicos (siderurgia, petroquímica y construcción naval) y crecieron las industrias de consumo y de consumo duradero (automóvil). Aunque los sectores de bienes de equipo, generadores de mayor valor añadido, crecieron en menor medida, la industria incrementó considerablemente su aportación al PIB.
Lo mismo sucedió con el sector terciario, pues la industria estimuló el creci­miento de ciertos servicios (transportes, finanzas); el aumento del nivel de vi­da de la población incrementó la demanda de servicios, mejoraron los servi­cios públicos, y el desarrollo del turismo desde la década de 1960 hizo crecer ciertas actividades relacionadas con él (comercio, hostelería, restauración, etc.).
El crecimiento industrial y terciario, que demandaba puestos de trabajo en es­tas actividades, junto a la crisis de la agricultura tradicional (mecanización del campo) motivaron un voluminoso éxodo rural que repercutió en el descenso de la aportación del sector agrario al PIB. Esta aportación experimentó una fuerte reducción desde el 42,15% en 1950 hasta el 10,05% en 1975.
-          Desde 1975 a 1977, la aportación del sector agrario al PIB ha continuado descendiendo, aunque a un ritmo muy inferior al del período precedente.
Ahora la causa principal reside en el crecimiento de la contribución del sec­tor terciario a la riqueza nacional, motivada por los siguientes hechos:
·    Los cambios operados en la industria a partir de la crisis de 1975 han da­do lugar a un trasvase del empleo hacia las actividades terciarias, debido a la crisis que afectó a los sectores industriales tradicionales y a la creciente de­manda de servicios a la producción por parte de los sectores industriales más innovadores.
·    El aumento del nivel de vida del conjunto de la población incrementa la de­manda de servicios, la implantación del estado del bienestar estimula el cre­cimiento de los servicios públicos (sanidad, educación), y el establecimien­to del Estado de las autonomías hace crecer los servicios relacionados con la administración autonómica.
·    El auge del turismo favorece a los servicios relacionados con él, como el comercio y la hostelería.
En 2000 ha tenido lugar un leve incremento de la aportación del sector agrario al PIB, que puede estar relacionado con el incremento de los rendimientos y de las producciones agrarias de mayor valor, sin embargo durante los primeros nueve años del siglo XXI la aportación al PIB ha ido en descenso, hasta situarse en un 2,5%, la aportción mm´s baja del período estudiado..
3.- CONSECUENCIAS DEL DESCENSO DE LA PARTICIPACIÓN DEL SECTOR AGRARIO EN EL PIB
A la hora de valorar las consecuencias del descenso de la participación del sec­tor agrario en el PIB hay que considerar que este descenso se ha producido en términos relativos por el crecimiento de los otros dos sectores económicos. En cambio, su aportación en cifras absolutas ha experimentado un aumento sostenido, al incrementarse los rendimientos. Además, hay que valorar el des­tacado papel que desempeña el sector agrario como suministrador de materias primas a la industria agroalimentaria, que actualmente transforma casi el 70% de la producción agraria, y que existen comunidades donde la aportación de es­te sector al PIB es muy superior al valor medio, como Extremadura, Andalu­cía o Castilla y León.

No obstante, el descenso de la contribución relativa agraria a la riqueza puede colaborar a ahondar los problemas del mundo rural como la disminución y el envejecimiento de la población y la dependencia del sector respecto a la in­dustria. También puede acentuar los problemas de equipamiento rural y de degradación medioambiental asociada al abandono agrario existente en algunas áreas. Para paliar estos problemas, es necesaria una ordenación del espacio ru­ral encaminada a fomentar el desarrollo económico mediante la modernización y el aumento de los rendimientos; incrementar la calidad de la producción con el fin de satisfacer las crecientes exigencias de la demanda (desarrollo de las denominaciones de origen y de calidad), mejorar los equipamientos rurales co­mo forma de frenar el despoblamiento y evitar los problemas derivados de de­gradación medioambiental.

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